miércoles, 17 de febrero de 2010

Segundo nivel, segundo piso, segunda a la izquierda. BCN 2004



El camino se inicia en la estación Joanic en el barrio de Gracia vía metro, combinación línea 1 en Urquinaona hasta Espanya, de ahí un FGC, (Ferrocarriles Generales de Catalunya), para realizar un trayecto Barcelona – Igualada. Es mi objetivo llegar al cementerio realizado por Miralles – Pinos en el año 1991, por segunda vez, pero a diferencia de aquella primera, sólo, con trece años de realizado y con Miralles allí enterrado. De aquel recuerdo la llegada por autopista y en medio de un sector a medio urbanizar, el cementerio, vacío de sepulcros, lleno de arquitectos y estudiantes que fotografiaban el sitio ante los ojos de un asombrado funcionario y las explicaciones de un arquitecto local que anfitrión de turno explicaba desde la lógica de un contexto topográfico un proyecto inexplicable, por lo menos en ese momento.

Hoy estoy llegando a Igualada vía tren, a través de un paisaje que discurre entre una hora y media de montañas, poblados y polígonos industriales de la Catalunya profunda, como gusta llamarse desde Barcelona, nada demasiado interesante sino fuese la visión de que no todo es Barcelona y que la polución, la degradación y la falta de imaginación edilicio afloran en esta visión seguramente limitada de mi ventana y la velocidad del tren. Igualada no me ofrece nada de interés dada mi expectativa de cómo llegar al cementerio, dos preguntas y me queda claro que cuando hablo del cementerio de Igualada me refiero equívocamente al viejo cementerio y que deberé decir cementerio nuevo o aquél que vienen a visitar los que no son locales. Instruido al respecto y con el ánimo de evitar un taxi comienzo una larga caminata que me aleja del pueblo y me introduce en el polígono industrial de Igualada, hoy lleno de grandes galpones y satélites residenciales vinculados a las autopistas interiores, que a pie saben eternas y aburridas, creo que en eso podrán coincidir los pocos peatones domingueros que se atreven a este sector de Igualada tan ajeno y distante. Una avenida de cipreses preanuncian la cercanía de mi objetivo a largo de tres largas cuadras y así como final de camino me reencuentro con el Cementerio de Igualada, perdón, con el nuevo Cementerio de Igualada. Inmerecido marco y contexto para este sitio. Mucho deben haber trabajado Miralles y Pinós para imaginar este sitio frente a la pobre carga de Igualada y este Polígono Industrial al que pertenece el Cementerio.

Es este proyecto de aquellos que realzan el sitio con una poesía propia y una lógica que excede el contexto inmediato y he aquí su invalorable aporte. Llevado por los reglamentos, por el proyecto general y por la pobreza de su economía podría en otras manos haber llegado a resultados absolutamente diferentes y posiblemente anodinos y no en lo que fue y es, un proyecto diferente, narrativamente rico, lleno de guiños y códigos que exceden al propio encargo y de una coherencia que sólo me recuerda a La Tourette de Corbu, por lo menos de aquellas obras que conozco personalmente y que me han impactado profundamente.

Es una situación extraña para mí. Estoy sólo, absolutamente sólo, ni guardia, ni funcionario, ni visitantes, nada de nada. Claro que sólo en un cementerio podría recordar otras historias, pero no es el caso. Lo primero que intento hallar es la lápida de EM y la encuentro rápido dada su particular construcción y algunas indicaciones de amigos atentos. Segundo nivel, segundo piso, segunda a la izquierda. Sencillo y sencilla la morada de este arquitecto que en los diez años anteriores a su muerte e Igualada como proyecto que puso su nombre y el de Pinós en el candelero, tanto hizo y tan poco pudo disfrutar ó mejor dicho pudimos disfrutar. No dudo que él lo hizo intensamente cómo si su muerte insospechada por todos no fuese un dato  tenido en cuenta en el momento de hacer, comprimiendo el tiempo y aumentando la velocidad a su tarea.

Barcelona a de extrañar a este arquitecto, no me refiero sólo a su obra, hablo de un referente donde la Escuela de Barcelona, podría comparase, para encontrar y establecer lo diferente, lo posible, señalar otros caminos, otras búsquedas y dónde el valor de la Tradición y del rigor Constructivo pueden ser alimentados con la creatividad, con la imaginación, con el humor y con miradas intensas y profundas.

Esto no intenta criticar a la excelente producción de los últimos años de Arquitectura Catalana, hay viejas y nuevas generaciones de arquitectos que son excelentes y profesionales reconocidos. Pero percibo desde mi lugar que no hay audacia, no hay quién asuma los riesgos, falta en definitiva valentía de responder con imaginación a los brutales cambios que se producen en el tejido social, político y tecnológico de una nación que corre en búsqueda de la punta europea intentando no perder su esencia y su carácter. Audacia que no se percibe en la propia escuela de Arquitectura, dónde es más sencilla la idea de dejarla hundir para que renazca que la de corregir los años últimos de quietismo, propios de una sociedad conforme y de algún modo nostálgica de cara a ese conformismo.

El Bohigas de aquellos años, el de las Olimpíadas, el que el sólo señalarte hacía temblar al funcionario mejor plantado, aquél que desde sus escritos y mejor desde sus discursos hacía corregir a golpes de timón los rumbos, es hoy visto con simpatía, con un cierto cariño respetuoso pero no con la autoridad y el poder de entonces, falta en este marco de la BCN del Fórum 2004, éstas figuras audaces, inquietantes, que desde diferentes lugares pudieron haber marcado nuevos caminos para una arquitectura que insisto es aún de las mejores del mundo en cuanto a resultados y crecimiento general pero que lejos de encabezar la innovación y marcar nuevos caminos, los evita. Habrá que pensar que sucederá con la Arquitectura española y con la Catalana en particular luego de tantos años de dominar el aporte cultural mundial.

Se habrá agotado en sí misma?. Casi todos los proyectos más importantes en España son obtenidos por firmas extranjeras, Nouvel, Ito, Chiperfield, Herzog / de Meurón, Koolhas, MVRDV, Eisenman, Siza, etc., pero no sucede lo mismo con los arquitectos españoles hacia fuera, salvo honrosas excepciones como Zaera Polo, Ferrater, Mangado y muchas veces de mano de gestiones autopromocionadas, etc. Por supuesto la proporción es aún menor pero es una tendencia creciente, podría también verse como una oportunidad de mezclarse y aprender de los extranjeros y eso suena que está bien y es un pensamiento actual, pero no dejo de asombrarme que los proyectos más significativos en cuanto a propuestas e incorporación de nuevas tecnologías y novedades programáticas ó formales vienen de la mano de arquitectos no españoles y esto habla a mi entender de un cierto abandono de aquellos ideales que sí sostenían Miralles y Bohigas, que lograban tensar la cuerda y el campo de la discusión más allá de lo disciplinar y que se trasladaba al mundo académico en forma directa tanto profesores y alumnado.

Muerto Miralles, agotados Bohigas y Moneo, quién, quiénes podrían renovar el impulso a discutir y plantear interrogantes?, que veo necesario para corregir esta tendencia al encierro de la Tradición, al gozo de perfeccionar el detalle, a incorporar las nuevas tecnologías, pero un tanto alejados de los problemas reales que animan y encabezan hoy otras disciplinas y otros medios.

Me alejo del cementerio nuevo de Igualada. Siento mucho la pérdida de Enric que tuve la oportunidad de conocer en Buenos Aires en el año 1995 y que me permitió conocer su fantástico relato del gimnasio de Huesca y la ya mítica caída de su cubierta y que a otro arquitecto hubiese hundido en el fracaso y que este toma cómo lección e impulso para reconvertir en un éxito de la Arquitectura así con mayúsculas como Ave Fénix.

Pérdida que siento no sólo por la posibilidad de haber conocido lo mejor que seguramente estaba por venir sino además y por quienes gustan asimilar con el derrotero de otro catalán genial como Gaudí, haber merecido una larga vida a beneficio de su tiempo, nuestro tiempo y por Barcelona, su Barcelona.
            

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